Me miro en las fotos de antes
busco mi clave,
una constante a la particularidad de una época.
La llegada de un hijo,
el cambio de país,
un hombre que era distancia.
Registro mi risa liviana,
el pelo mejor peinado que ahora
y un maquillaje impecable.
Vuelvo,
recuerdo personas que aunque lejos
me sostienen.
Descubro que esa soy yo
y que a la vez he dejado de serlo.
Me miro con ternura
como a Martin en las mañanas
cuando hambriento me llama desde la cuna y no llora,
me sonríe alzando los brazos
pleno de confianza en el avenir inmediato.